BIOINSUMOS
Con cada microorganismo invisible se despiertan los suelos y se nutren las raíces de la vida.
ABONOS LÍQUIDOS
Los abonos líquidos son fertilizantes naturales llenos de energía y minerales en equilibrio. Se elaboran con estiércol fresco de vaca disuelto en agua y enriquecido con leche, melaza y ceniza, utilizando un sistema anaeróbico. Además de nutrir la tierra, también funcionan como insecticidas. Para potenciar sus beneficios, se pueden agregar harina de rocas molidas o sales minerales como sulfato de magnesio, zinc o cobre.
MICROORGANISMOS EFICACES (EM)
Es una mezcla natural de microorganismos beneficiosos que ayudan a mejorar la vida en los suelos y las plantas. Fue desarrollada como alternativa para los fertilizantes químicos y pesticidas en la agricultura por el profesor Teruo Higa en la Universidad de Ryukyus, en Okinawa, Japón. Estos microorganismos no son tóxicos, ni patógenos, ni han sido modificados genéticamente o químicamente, por lo que su uso es seguro y respetuoso con el medioambiente.
BACTERIAS FOTOTRÓFICAS
Los microorganismos fototróficos (Rhodopseudomonas spp.) son seres autosuficientes que transforman la luz solar y el calor del suelo en energía vital. Capaces de sintetizar compuestos beneficiosos a partir de secreciones de raíces, materia orgánica y gases dañinos como el ácido sulfhídrico, contribuyen al equilibrio y regeneración de los ecosistemas agrícolas.
BACTERIAS ÁCIDO LÁCTICAS
Las bacterias ácido lácticas (Lactobacillus spp.) son aliadas naturales en la protección de los cultivos. Su capacidad para suprimir microorganismos patógenos, como Fusarium, las convierte en una herramienta clave en sistemas agrícolas de cultivos continuos. Además, contribuyen a mejorar la salud del suelo, fortaleciendo el equilibrio microbiano y promoviendo un crecimiento más sostenible de las plantas.
LEVADURAS
Las levaduras (Saccharomycetes spp.) desempeñan un papel fundamental en la producción orgánica al sintetizar compuestos antimicrobianos y otras sustancias esenciales para el crecimiento vegetal. A partir de aminoácidos y azúcares liberados por bacterias fototrópicas, materia orgánica y secreciones de raíces, estas levaduras contribuyen al equilibrio del ecosistema del suelo, fortaleciendo la salud y el desarrollo de las plantas de manera natural y sostenible.