Principios de nuestro modelo de negocio
Queremos que la solidaridad sea un buen negocio,
donde todos ganamos y crecemos juntos.
Producción Campesina
Nuestro modelo de negocio pone a la cultura campesina al centro, reconociendo y valorando a las personas que viven en las zonas rurales como trabajadores que producen sus propios alimentos, sin depender de otros sectores y como protagonistas de su propio desarrollo. El productor campesino representa el primer eslabón de la cadena de valor y el sector social más soberano, porque defiende su territorio y su forma de vida. El consumo local es nuestra prioridad.
Orgánica y Agroecológica
Buscamos un desarrollo endógeno, de impacto local y nacional, sustentable y sostenible. Apostamos a la transición hacia un modelo de producción orgánica, que implica lo opuesto al sistema convencional de producción agrícola, que daña la tierra y la salud de las personas. Lo orgánico implica una producción de forma natural, cultivar sin veneno, cuidando el suelo, respetando la vida, produciendo con la naturaleza y no contra ella. Lo agroecológico es la integración del modelo de producción a lo comunitario, es un estilo de vida y una red de cuidado mutuo.
Cooperativa e Industrial
Nuestro modelo de negocio se basa en una economía social, solidaria y circular, que prioriza el nivel local. Buscamos resolver problemas, que a veces se perciben como individuales, pero que se pueden abordar juntos, cooperativizando recursos y conocimientos. Generamos renta con valor agregado. No solo vendemos materia prima, sino que la transformamos en productos nutritivos con identidad propia, aprovechando y optimizando la producción, con 100% de rentabilidad. Nuestro desafío es mantener calidad, cantidad y continuidad de la producción.
Comercialización Justa
No hay trato donde no hay buen trato. Buscamos un equilibrio tangible entre economía, sociedad y ambiente, así como una mayor empatía en la producción, comercialización y consumo. Apostamos a una comercialización conjunta, sin intermediarios. Creemos que lo humano no puede separarse de lo ambiental e intentamos que nuestra producción no dañe al ambiente ni a las personas. Que nadie le joda a nadie, un trato justo implica: salario justo, precio justo y transparente, abonando así la confianza y empoderando siempre al productor en la relación.
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