
En un movimiento audaz hacia la diversificación y la creación de valor, la Cooperativa AGRONORTE inicia un proyecto innovador que promete transformar el panorama agrícola: la producción e industrialización de ají picante.
Esta semana, una delegación de cooperativistas viajó a Ecuador para aprender de la experiencia de productores locales y afinar los detalles de un rubro poco convencional en la agricultura paraguaya.

El ají picante, ampliamente reconocido en mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, promete convertirse en una nueva fuente de oportunidades para los pequeños productores de la cooperativa.
Gracias al acompañamiento del Ministerio de Industria y Comercio y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), AGRONORTE logró establecer contacto con una empresa ecuatoriana que no solo se comprometió a comprar la materia prima, sino que también decidió apostar a la industrialización local.
Una alianza estratégica
Inicialmente, el interés del inversionista ecuatoriano era únicamente adquirir ají como materia prima. Sin embargo, tras conocer de cerca el trabajo y la organización de AGRONORTE, decidió dar un paso más: transferir experiencias y capacidades ecuatorianas, para industrializar el producto en Paraguay.
Este proceso incluye desde la selección de semillas y las técnicas de cultivo, hasta la construcción de infraestructura industrial para la elaboración de pasta de ají y la creación de un plan de negocio.

“Nos eligieron porque vieron el potencial y la seriedad de nuestro trabajo. Ahora, además de producir, vamos a aprender a agregar valor al producto, lo cual es un hito para nuestra cooperativa”, destacó Rolando Chavez, gerente de la Cooperativa AGRONORTE.
Un proyecto con valor agregado
Esta será la primera vez que la cooperativa AGRONORTE se embarca en la industrialización de una materia prima. Este rubro, aunque experimental para el contexto paraguayo, representa una oportunidad única para los pequeños productores, quienes no solo tendrán acceso a un mercado rentable, sino también a un contrato serio que garantiza la compra de su producción.
“Muchas veces los productores quedan comprometidos con empresas que, al final, no cumplen con sus promesas. Aquí, ya tenemos un contrato firmado, lo que genera tranquilidad y confianza”, explicó Rolando Chávez.

El rojo vibrante y picante, promete llevar a los socios de la cooperativa por nuevos caminos de producción y exportación,
con acceso a un mercado rentable.
El viaje a Ecuador es clave para el desarrollo del proyecto. Durante su estadía, la comitiva campesina paraguaya, visitó plantaciones y fábricas, participando en un intercambio de experiencias que les ayuda a entender a fondo el ciclo de producción y el modelo de negocio del ají picante.
El mercado estadounidense, principal destino del producto, es exigente y altamente lucrativo. Con este nuevo rubro, AGRONORTE no solo busca diversificar su oferta, sino también fortalecer la economía de las familias campesinas, brindándoles más herramientas y oportunidades para crecer.
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